"HÉCUBA", de Eurípides



(en adaptación de Eloisa Linares)

Por votacion popular, este montaje obtuvo el PREMIO DEL PÚBLICO en el VII CERTAMEN DE TEATRO "MARIANA PINEDA", organizado por el Excmo. Ayuntamiento de Granada y desarrollado en el Teatro Municipal Isabel la Católica, en Junio de 2005.

Cartel del montaje


Programa de mano, portada y contraportada


Programa de mano, interior.

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Sinopsis de la obra:

Tragedia correspondiente al ciclo Tebano, que transcurre durante la ruina de Troya, tras la caída de la ciudad a manos de los helenos y cuyo tema principal es la suerte de Hécuba, anciana reina de Troya, cuando después de la matanza de su esposo y sus demás hijos, es trasladada a Grecia como cautiva junto a su hija Políxena, y conoce el asesinato de su hijo menor Polidoro; excusa temática para abordar temas tan inmortales y actuales como las consecuencias funestas de la guerra, las penalidades de los cautivos, la fatuidad de la fortuna, la violencia y la crueldad del fuerte sobre el débil o el anhelo de justicia. Todo ello desde la perspectiva del padecimiento femenino, envuelto en la sublimación del amor maternal, que ha de ver cómo una hija es sacrificada a los dioses por el mero hecho de ser doncella y hermosa.
Sobre la voz supranatural del corifeo y los hermosísimos versos de un coro, que la dirección feminizó, componiendo un cántico de voces y presencias femeninas en refuerzo de los sufrimientos de la protagonista, y como eje de la tragedia, se alzó la presencia de Hécuba, magistralmente encarnada por la gran Purita Barrios que con una impresionante interpretación llena de fuerza y dramatismo, dió vida a este singular personaje, bastante olvidado en la actualidad, cuya hermosura poética sorprende por la cercanía de su narración y la vigencia de sus reflexiones, obteniendo uno de sus mayores éxitos en la escena, el último de su dilatada y brillante carrera como actriz, antes de dejarnos definitivamente, y por el que siempre le recordaremos con cariño y admiración.
Con “Hécuba”, la gran desconocida, primer montaje del Grupo, elegida especialmente para ser interpretada por Purita Barrios, se quiso rendir un tributo de respeto y admiración a sentimientos tan nobles como el amor, el dolor y el sufrimiento de una madre ante la muerte de sus hijos, un homenaje a conceptos tan arraigados en el corazón del hombre como el respeto a la ley y la justicia, proclamando el rechazo a la traición, a la avaricia, a la crueldad y a la violencia y sus nefastas consecuencias.

Presentada en el acogedor escenario del Pósito del Trigo de Montefrío y representada posteriormente en el teatro de Güejar Sierra, Hécuba fue estrenada en el Teatro Municipal Isabel la Católica de Granada en diciembre de 2004, siendo repuesta a finales de mayo de 2005 en los jardines del Palacio de los Córdoba, incluida dentro de la programación oficial de las Fiestas del Corpus de 2005.

Refiriéndose al estreno, el diario local IDEAL (18/12/04), en la pluma de su crítico teatral Andrés Molinari, destacó la “concreción escénica del montaje, tono comedido, equilibrio entre dolor y venganza sin sobreactuar en ningunos de los dos delirios, brevedad para expresar lo importante, sobriedad de efectos altisonantes, elegancia de escenografía con tonos azulados de luz y lutos negros de pena.... Y esas mujeres de cartón, lutos perpetuos, penas eternas, que nos insisten en que siguen impertérritas las guerras e inmóviles los infortunios... Nos queda la interpretación. Purita Barrios es la pena mediterránea, el dolor cercano por el parecido con nuestras madres. Señala con el índice oscilante a su víctima, abraza con firmeza a su hija, llora con sinceridad su infortunio. En ella, como en la magnifica María José Estremera, nada es tragedia rimbombante... Y en la parte masculina también buenos actores, expresando marcialidad o lamento, siempre tan esmerados como el vestuario y tan limpios de voz como el sonido grabado. Todos cargados de esa poesía que asienta enseguida esa arena que cubre la escena, para que reconozcamos en los clásicos las Troyas de cada día y admiremos esta forma de dibujar la condición humana que llamamos teatro clásico”.

Hécuba fue representada nuevamente en el Teatro Isabel la Católica, participando en el VII Certamen de Teatro de la Mujer “Mariana Pineda”, en el que por votación popular obtuvo el "Premio del Público", siendo repuesta meses después en los teatros del Centro Cívico del Zaidín, y de Armilla, a finales de 2005.

La obra se presentó con el siguiente REPARTO:

ESPECTRO DE POLIDORO: Luisa María Linares/Ángel Oliet
HÉCUBA: Purita Barrios
POLÍXENA: María José Estremera
ULISES: David López
TALTIBIO: Antonio Morell/Eloy Fructuoso
SERVIDORA: Inmaculada Vargas
POLIMÉSTOR: Eloy Fructuoso
CORO DE TROYANAS CAUTIVAS: Inmaculada Vargas, Carmen Martín, Maribel Ruiz, Verónica Campos / Luisa María Linares.
Corifeo, Hijos de Polimestor, Agamenón, Máscaras

DIRECCION: Eloy Fructuoso


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IMÁGENES DE LA REPRESENTACIÓN:

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Hécuba y troyana en la desdicha de su cautividad y miseria


Hécuba pide noticias a Taltibio


Hécuba y sus troyanas


Las troyanas velan el sueño de Hécuba


Detalle del vestido de Hécuba


Espectro de Polidoro, hijo menor de Hécuba


El traidor Poliméstor y sus hijos


Hécuba y las troyanas cautivas



Hécuba ante los designios de los Dioses


Ulises trae malas noticias a Hécuba y su hija Políxena


Políxena y Hécuba reclaman justicia a Ulises


Hécuba y Políxena acaban de conocer los detalles del mensaje que trae Ulises a las troyanas


Hécuba llora su desgracia ante la impasividad de Ulises






Ulises y los vencedoren arrancan a Políxena de los brazos de su madre para sacrificarla





Taltibio relata a Hécuba la valiente muerte de Políxena


Hécuba, ante el cadáver mutilado de su hijo menor Polidoro, asesinado por Poliméstor





Hécuba, Hécuba... desdichada






Poliméstor, el amigo traidor, al que encomendaron el cuidado del pequeño Polidoro





Poliméstor ciego, tras la venganza de las cautivas






Hécuba y Poliméstor, ante Agamenón y las Máscaras,que impartirán justicia






Hécuba denuncia la cruel infamia de Poliméstor






Poliméstor ruega clemencia a Agamenón





Hécuba, tras hacer justicia con Polimestor, enmudecida por el dolor, se abandonará a los caminos hasta su muerte.



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